El arroyo de los Pocitos era famoso por las lavanderas que, atraídas por sus aguas limpias, excavaban pocitos o cachimbas en sus orillas para lavar las ropas de sus amos residentes en la ciudad amurallada.
El 5 de mayo de 1886 quedó oficialmente inaugurado el pueblo de “Nuestra Señora de los Pocitos” y en 1888 aparecen inscriptos en el Plano General del Pueblo de los Pocitos los barrios: “Fortuna”, “Víctor Manuel”, “Caprera” y “Artigas”.
Aunque en el barrio se afincaron inmigrantes italianos, lavanderas y obreros, Pocitos se fue constituyendo como uno de los balnearios de las clases altas montevideanas.